Manos a la tierra...
Por: Karel Bibiana Sánchez
Entra
por los poros el ambiente a paz, ellos no sufren por una comunidad ruidosa,
escuchan el silencio y se sienten a gusto con sus montañas.
Se
sienten libres con su paisaje, con el verde a su alrededor, con todo lo que
poseen y agradecen lo que tienen con total serenidad.
Que
lindos campesinos que sin juzgar ven a su prójimo como de su hogar y brindan
todo lo suyo para el bienestar.
¡Hay
campesinos! Que haríamos nosotros la sociedad sin sus manos en la tierra,
gracias por sembrar.
Todo esta bien hasta allí, todo era y es hermoso
aun, pero con distinto tono, se tomaron nuestras tierras con sus imponencias
capitalistas. Dijeron “tener mil oportunidades para nosotros, salud, educación,
bienestar y protección”. Ahora ¡jum!, ahora solo tenemos tierras abandonadas,
tratamos de construirlas de nuevo pero cosa que conseguimos cosa que empeñamos,
protestamos, pero nuestra voces se hunden al entrar allá la voz mayor, no nos
tienen en cuenta, nos excluyen.
Somos unos mas del montón, dicen ¡hay vienen los
montañeros, hay están los ignorantes! No
reconocen que estos ignorantes, estos montañeros, trabajamos día a día en el
campo, con sol, con agua con necesidades, necesidades que creo el estado. Estos
montañeros no lo hacen por obligación, lo hacen por amor y de ser montañero yo,
estoy orgulloso, y aunque de mis tierras me quieran quitar, de aquí yo no me
voy.
Porque no soy un perdedor ni un cobarde y es que
es mi vida, es mi hogar, es mi todo. Mi tierra la amo y ahí permaneceré.”
Esto lo describe un campesino
arraigado a sus raíces y totalmente desacuerdo con las injusticias del
estado, del gobierno.
Algo que no es desconocido ya
que al campesino lo rechazan, lo discriminan, lo tildan de mil maneras para
sacarlo de donde quiera estar.
Los campesinos como cualquier
ser humano, tienen derecho a una alimentación, bienes públicos y personales, la
subsistencia general de la familia, que para ellos es supremamente
indispensable.
A partir del trabajo están fallando totalmente, hay una resignación, de
esto viven y es lo único que saben hacer en su vida, se han dedicado todo el
tiempo a sembrar, a generar bienes para la sociedad. “SE DESEA VIVIR MEJOR “.
Sin violencia, sin despojos,
sin desplazamientos y sin engaños.
Es importante abrir los ojos
ante esto, solidarizarnos y reflexionar sobre esto. No es caso solo del
gobierno, es caso de nosotros, jóvenes, adultos y ancianos, sea quien sea del
estrato que sea. TODOS comemos, y es gracias al campesino, por eso y por qué es
también un ser humano, que siente, que respira, que pide justicia, que tiene
sus raíces, debemos dejar de ser anti
campesinos, para pasar serlo, no necesaria mente de sembrar alimentos o de
estar en una finca, se puede hacer de corazón.
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